miércoles, 30 de septiembre de 2009

Tiembla...



Esto ve mi corazón, por todos lados y en todos sitios.

Lugares a donde está vetado el paso, con formas retorcidas, y que le recuerdan sus mejores momentos, cuando otro corazón palpitaba cerca suyo, tan mezclados entre si como 2 alambres. Pero ya no, ahora están oxidados, cayéndose a pedazos por el precipicio del alma, al pozo negro sin fin y sin retorno que es y al que tanto teme.

Tiembla, sigue temblando.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Vértigo

Una vida vacía, así es. Completamente repleta de nada. Hueca. Insípida.

Dejar un abrazo atrás...
Perderlo,
para siempre.
Lágrimas.

Sentimiento doloroso, insufriblemente punzante, casi asesino.

Echo de menos tantas cosas...

¿Quién me las va a devolver?
Nadie sabe hacerlo en este mundo,
no ha nacido aun igual, que frustración...

Doliente transeúnte de cabeza gacha, y orejas mudas.
Cierra los ojos,
no abras la boca,
camina,
no lo olvides nunca,
siempre adelante, con esperanza
aunque no exista.

Fiable el momento,
ninguno lo es,
¿cómo cruzar ese puente? Tengo vértigo,
y se tambalea,
de un lado a otro, de un lado a otro.
Acecha salvaje el peligro, sin cuerda
ni arnés.
Dale, dale
inténtalo una vez.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

No stop

Sentado en un andén,
-cualquiera-
bajo un frío Sol de verano,
no aguanto la luz,
daña mis ojos cerrados.
Despojado de ánimo
escaso de voluntad,
aquí,
espero un tren sin paradas
que debe llegar,
puntual,
y con las ventanas tapiadas.
No tendrá puerta,
más que de entrada,
y en mi bolsillo están,
todos los billetes;
nadie más me acompañará
en este viaje,
sin principio
parto
y sin final
presiento.

Ardo por irme lejos,
más allá de la distancia
que alcanza mi -sin-razón,
que busca y no encuentra,
ni por aquí ni por allá,
el vivir,
de forma acorde y concorde
a mi pálpito interior.
No es latir lo de mi corazón,
es que tiembla,
por marchar.
Pondré kilómetros de escudo,
dejaré todo detrás,
en este lugar caliente,
que deja frío mi interior,
frío que hiela,
que abrasa
dejándome vacío,
sólo esqueleto, armazón.

Eso acarreo en mi viaje,
en este tren,
que dicen no para,
que espero no pare,
que pita y se acerca,
que llega
que llega
que llega
...

lunes, 21 de septiembre de 2009

Donosti (II) Abrazo al mar


Me gustaría tanto volverte a ver...


jueves, 17 de septiembre de 2009

Frío

Al norte y al sur,
mil pasos.
Al este o al oeste,
mil pasos.
Llámalo huir,
o de necesidad morir
sino lo hago.
Ahogado:
¿dónde hay O2?
Lo busco,
y no está,
no aparece
ni Google sabe,
así que yo...
Soy una foto antigua
en un arcón,
amarillenta
y raída,
ansiando salir,
ver la luz del Sol,
entre las nubes
pasar
y alcanzar
donde posar los pies
en este frío criminal
que me asesina
cada día.
Barrotes de hielo
alrededor,
apenas a 2 pasos
me cierran,
y quería mil...
Jodido.
No llego a tocarlos,
queman,
no puedo pensar en romperlos,
ni siquiera mirarlos puedo,
me asustan.
Engordan a cada segundo,
cierran sobre mi
sus paredes blancas,
húmedas
y amargas;
me agarrotan
de pies a cabeza.
¡Quiero escapar!
Dentro de mi,
el grito,
pero fuera:
terror.
Vencer al frío,
a la oscuridad;
desterrarlos de aquí,
o desterrarme yo,
no sé qué será mejor.

martes, 8 de septiembre de 2009

¿Quién da más?

No somos nadie.

Almas nebulosas, grises, con la mirada perdida en un horizonte inexistente, que vagamos meditabundas a toda velocidad por aceras corrompidas de pasos -y palos- de ciego, sin objetivos, sin sueños ni deseos propios.

Todo prestado, todo copiado y aprendido, necesitados de hábitos mal educados, fabricados en lujosos despachos, a la sombra de grandes persianas que tapan grandes ventanales, en grandes edificios que dan a grandes avenidas, donde potentes coches con lunas tintadas rugen sobre el asfalto corrupto de una ciudad mermada, obsoleta e ignorante.

Estamos perdidos, manejados, salen hilos de nuestras muñecas y tobillos, y una soga de nuestro cuello, pero no importa, seguimos dando pasos, creando círculos cerrados de donde no salimos, un dos tres un dos tres, ¿qué más da? Dan Gran Hermano, todos al sofá, que felicidad.

Nada cambia, ni lo hará. Un status quo se apodera de todo y de todos, la revolución es una quimera, pensar en ser diferente no tiene sentido para nadie, esto es un cajón cerrado, y la llave nadie sabe donde está.

Un dos tres un dos tres...


viernes, 4 de septiembre de 2009

Inoperancia

No voy a negarlo, ¿para qué?

Intuía que lo haría, intuía que iba a hacerlo. Tarde o temprano, pero lo sabía. ¿Qué iba a hacer yo? Nada. ¿Qué podía hacer? Nada, no podía hacer nada. Y no me siento culpable, de ninguna manera, ni ahora ni antes. En la vida las cosas no siempre vienen como las queremos, a veces vienen mal dadas y uno no puedo lamentarse continuamente por ello, es lo que hay, y es para todos. Ese era parte de su gran problema, no sabía aceptar la vida, no sabía que no siempre se ganaba.

Además, su habilidad enfermiza para fabricar dentro de su mente películas en la que todo el que le rodeaba salía más que mal parado, era terrible. Era muy difícil estar a su lado, aguantar, todo lo que imaginaba en su cabeza le hacía más y más daño, mucho más que la verdadera realidad. Eso provocó todo. Acabó con él. No lo podía soportar, no podía...

martes, 1 de septiembre de 2009

Recuerda el mar

Tantas capas
en tu piel.
No llores,
se alejó
la cebolla,
huyó tan lejos...
No pienses dónde,
no lo nombres,
ni en francés
ni parecido.

Piensa
-mejor-
en cuando lograste
que el mar,
en supuesta calma,
agitase tu pelo,
revoltoso,
cálido,
creando remolinos de la nada
para ti,
y por ti.

De eso eres capaz,
y más,
no hace falta
pensar,
a veces
con poco basta,
sólo mostrar
tus capas,
infinitas
en la búsqueda de sueños,
en la ambición de alegría.

No hace falta gritar
para ver;
hablando suave,
bajito
y sin molestar,
se entiende todo.

En tu corazón:
llagas.
Pido perdón.
El rumor de las olas
me nubló
y me deslumbró,
si,
tanto (ni yo se)
que no acerté a seguir
el camino
que habías abierto,
hablando bajito,
hasta tu interior.