jueves, 29 de septiembre de 2011

Instants fragiles

"Je savoure ces instants fragiles..."
"Yo saboreo momentos frágiles..."


Con que poquitas palabras se puede crear una frase hermosa, llena de personalidad, y que a mi, particularmente, me hace revolverme en la silla. 
Para bien.


Y con unas pocas palabras más, esta canción.


viernes, 23 de septiembre de 2011

Otoño

Fresca es la noche de otoño,
otoño que no te he vivido,
otoño que no he paseado abrigado a tu lado,
otoño que añoro por desconocido;
desconocido para mi el tacto de tus manos enguantadas,
de tus manos frías,
de tus manos agarrando hojas secas y amarillas;
amarillo mi rostro ajado,
mi rostro transformado en una máscara de acero;
inoxidable pensé hace ya que era mi corazón;
corroído por un verano seco,
seco mi paladar por un verano seco,
seco mi lecho por unos ojos cerrados;
cerrado el bar de la esquina,
el cerrojo de mi puerta,
mi jardín de los recuerdos;
cerrado, todo está cerrado.


Fresca es la noche de otoño,
otoño que rabio en su inicio,
otoño que impotente me expone,
otoño que es luz que agoniza,
que es noche brumosa,
otoño que precede al invierno;
un invierno diviso a lo lejos,
lejos no veo más que al invierno,
el invierno se cierne en mi pecho,
en mi pecho sólo el invierno;
invierno de manta y estufa,
estufa en mi cráneo desierto,
desierta la noche en invierno;
invierno que viene,
invierno que viene solo,
invierno que viene frío.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Conato de huida

Huir de falsos conatos de pelea.
La luz está apagada y el pasillo de mi casa lleno de transeúntes,
vagando, 
inertes al son de oscuras melodías del fracaso.
El mundo se hunde y no sé nadar,
y aunque trago agua con soltura,
digo yo que habrá al menos una oportunidad,
algún último cebo para desperdiciar el tiempo ya perdido.
Un pasatiempo vulgar el entrar en casa
y en la nevera,
nada que respirar.
Decía que huí de falsos conatos de pelea;
es el miedo,
trascendental figura humana que toma las riendas de vidas al azar,
¿el miedo a qué?
A volar.
Alto,
muy alto,
donde de todo me pueda esconder:
de los transeúntes de mi pasillo,
de las melodías que decoran la deriva del planeta,
de neveras vacías
Y sobretodo de corazones pinchados,
rotos
y arruinados.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Pintando

Quisiera ser pintor,
para que las heridas abiertas fueran cicatrices por olvidar,
los miedos valentía
y los silencios no fueran más que nuestros ojos contemplándose.


Sólo pintaría un cuadro,
tonos pálidos y brochazos nocturnos,
respirar la pintura y elevarme,
aspirar hasta que no quedara un hueco de mi cuerpo sin el colorido veneno de tus mejillas,
detener el tiempo un instante
y después abrir mis venas al oxígeno asfixiado,
oxidar mi sangre,
aparcar la prisa en otro camino y tirar el pincel,
soplar hacia dentro de mis poros
y abrazar el lienzo.


Quisiera ser pintor,
para que los obstáculos fueran vencidos por flores,
que el resto del mundo fuera comparsa
y las noches orgías de cuerpos entrelazados.


Sólo pintaría un cuadro,
los disparos de tu mirada,
tus gritos atravesando mi sien,
tu pintalabios en mi lengua
tus dientes en mi piel
tus manos en las mías,
la noche, 
el día,
desayunamos mirando por la ventana,
nos miramos,
el cielo estalla
agárrame.

I can't get no sleep

Quiero saltar, bailar, sudar, levantar los brazos y gritar hasta ahogarme.


No por ser mítico deja de ser brutal.

jueves, 8 de septiembre de 2011

El silencio

El silencio es duro como un martillo golpeando un yunque que más que moldear desfigura el hierro candente, lo machaca incansable en estos días donde ecos pasados estallan en mi propia cabeza, mezclándose diabólicos con las mecánicas embestidas del martillo. No existe un rincón que atenúe la brutalidad sonora del silencio golpeando; no puedo huir porque no me persigue, me espera allí donde voy y a la vez, me acompaña en el camino. La opresión fluctuante entre la sien y el pecho, la sequedad mental, la debilidad de mis latidos avasallados por la fuerza descomunal de la peor de las elipsis, y un océano de nada surgiendo majestuosamente terrorífico a mi alrededor, quedando mi cuerpo entregado; una isla deshabitada ya de razones, sobreviviendo por meras sensaciones que obligan a continuar la espiral. Una y otra vez, sube el martillo, baja y golpea, sube el martillo, baja y golpea. La terrible sensación de un silencio despiadado que ataca y perfora la fragilidad de un sentimiento que de puro es endeble.


El silencio es dulce como un baño tibio a la luz de una vela. Dormir mecido en las sábanas suaves con tu cuerpo rozando ligero el mío, ese silencio de tu respiración posándose sobre mi brazo, envolviendo con una tela de armonía la pasión saciada. El cosquilleo de tu aliento en mis labios como un violín afinado, tus ojos cerrados surcando territorios inexplorados, mis ojos abiertos surcando tu piel infinita. Las mejillas rosadas, tu lengua que atravesó mis trincheras hasta lo más profundo de mis entrañas, tus dedos callados que acariciaron mi satisfacción, tus piernas exhaustas que enredaron mi camino hasta dirigirlo sólo a ti. Tu cuerpo dormido en calma, en el delicioso silencio que inunda mis oídos.

martes, 6 de septiembre de 2011

Camino. Tropiezo.

Camino,
tropiezo.
Y tropiezo.


Hay piedras que cuanto menos se ven más daño hacen,
afiladas y con aristas,
ocultas.
La arboleda me alcanza tras la caricia de las flores,
flores con pinchos,
agujas que no se sienten hasta que la soledad del bosque camufla el cielo,
y la oscuridad cae a plomo,
violenta, imprevista.


Pero me levanto,
camino,
tropiezo.
Y tropiezo.


Busco el Sol y bajo él las flores,
el sendero,
¿dónde está el sendero?
No sé volver atrás,
así que avanzo,
camino,
busco flores,
busco el Sol que me devuelva la sonrisa,
supongo que cuando quieres algo el tropezar es otro paso más.


Camino,
camino.
Y camino.

viernes, 2 de septiembre de 2011

En caída libre

Tus besos puro fuego,
para los que el agua no sirve.
El campo con puertas es jaula,
no hay llave que cierre la nuestra,
¿no lo sabes?
El fuego entra,
sale,
las verjas inexistentes no son nada,
sólo miedo.
Y el miedo quema,
a mi también.
Para huir de él salté al vacío,
salté y ahora,
en caída libre,
estiro los brazos, sonrío.