Y me acosté.
Pero mi almohada olía a ti.
No pude dormir.
Tu rostro,
tus manos,
tu pelo,
tu piel.
Al acostarme
seguía todo allí,
tu esencia, tu aroma.
El tictac del reloj
ayer no sonaba,
no lo oía, no molestaba.
Hoy me martiriza,
me grita al oído
que tú no estás,
que hay vacío,
que hay olor,
que está en mi almohada,
y que faltas tú.
Pero mi almohada olía a ti.
No pude dormir.
Tu rostro,
tus manos,
tu pelo,
tu piel.
Al acostarme
seguía todo allí,
tu esencia, tu aroma.
El tictac del reloj
ayer no sonaba,
no lo oía, no molestaba.
Hoy me martiriza,
me grita al oído
que tú no estás,
que hay vacío,
que hay olor,
que está en mi almohada,
y que faltas tú.
que hay olor,
ResponderEliminarque está en mi almohada,
y que faltas tú.
muy bien cerrado el poema si señor
Veo que le das a la poesia libre tambien eh?
Genial ^_^
Bonita poesía.
ResponderEliminarGracias, no me considero un corazón trsite; solo un tanto melancólico de vez en cuando, como todos, supongo.
Un besete!
Mua*
Ya ves! jajajaja
ResponderEliminarQuiere castigarme por no glorificar el ibuprofeno!xD
HE leído (cotilleado) que eres técnico en imagen, te mola la fotografía?:D
UN besete!
Mua*