Relatos por capítulos

miércoles, 28 de enero de 2009

Solo

El beso
que siempre
acompaña
la despedida,
entraña
un mar
de irracionales
iras.
Me siento
cual Mona Lisa
en su lienzo,
solo
-amargamente solo-
con esa media
que ni llega a una
sonrisa,
recordando
los días
en que deseaba
que llegaran
las noches.
Y no,
ahora
en cada larga
y dura
noche,
aborrezco
en cada instante
los días
que pasan
y dejan atrás,
momentos
de una vida
que
me llevan
a suspirar.
Que largo,
que sucio
se ve al mirar atrás
el sinuoso camino
que solo
-amargamente solo-
hube de andar.

7 comentarios:

  1. Precioso Isra! un poco desesperante, y ya lo sabemos.. los recuerdos, lo que fue y ya no serà... eso provoca y nos desboca pero lleva a versos como estos y esa es la parte positiva...
    y en cuanto a la soledad.. mejor tenerla de aliada, creo, pero yo no lo he aprendido...UN BESO, Vero.

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  2. que poquito me va la soledad

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  3. bravo, bra-vo!
    Me ha encantado, sobre todo lo de la media, que no llega a sonrisa:)

    Muas!

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  4. cada vez eres mejor poeta
    dentro de poco club de fans pidiendo calzoncillos tuyos!
    jjeje

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  5. Pues yo en ocasiones adoro la soledad. Otras, en cambio, me puede y tengo que asesinarla.

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  6. Plas, plas, plas (onomatopeya de aplauso).

    Querido, te diré que me muerdo las uñas y todo sus alrededores cuando estoy nerviosa. Como he estado de exámenes mis dedos están a punto de ser amputados. D ahí que me ponga tiritas, para no mordérmelos más :)

    Beso!

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