Saben dónde estamos, qué hacemos, cuánto gastamos, qué vemos, con quién vamos, lo que nos interesa y lo que no.
Somos un dato, un número, un código de barras.
Nada más lejos de la realidad, que nadie se asuste. Sabemos que lo saben y nos gusta, estamos de acuerdo en ello. Implantar cámaras en las calles, el móvil avisa cuando lo enciendes para que nadie te de por incomunicado, fichamos para entrar a trabajar y pronto lo haremos al entrar en una tienda o en nuestra propia casa.
Nos engañan con espejos por un camino estrecho, nos hacen ver un ancho espacio donde los metros cuadrados escasean, y no hablo de un hogar. Nuestro código está vinculado a la información, a esta sociedad de la (mega)información en la que una base de datos recopila nuestros pasos, añade nuevas barras al código, decodificando nuestro ser, escaneando cada movimiento físico y casi mental que realizamos.
Saluda a cámara, hay más de mil(millones) que velan por tu seguridad. ¿Por tu libertad? Esto... Saluda, que te ven.
A mí solo me gustan las cámaras que sostengo con mis manos.
ResponderEliminarUn beso lindo.
gracias por tu comentario
ResponderEliminarhermoso espacio tenes
Beso!
No hacen falta cámaras...ya nos encargamos de poner nosotros toda nuestra información en facebook ;)
ResponderEliminarBuena crítica, estoy contigo.
A mi no me importa que me vigilen. Es más, me siento bastante segura así, y aunque no fuese de esta manera, tampoco podría evitarlo.
ResponderEliminarnos tienen mas que fixados ;)
ResponderEliminargenial tu blog y la musica de entrada
¿Somos nosotros?¿o somos la perspectiva que proyectan otros sobre nosotros?
ResponderEliminarLo mejor, la etiqueta de paja mental =)
Todo el día me están pitando los oídos, estoy de acuerdo, nos vigilan.
ResponderEliminarTu texto me ha sonado a hip hop y me ha gustado escucharlo, por unos momentos el pitido de alarma ha pasado a segundo plano.
¡Enhorabuena por tu blog!