Relatos por capítulos

jueves, 19 de febrero de 2009

Sin nombre (y VIII)

En capítulos anteriores...
I, II, III, IV, V, (VI) y (VII)

Vuelvo a verlo.

El único lugar donde me he sentido persona alguna vez, donde he sido uno más, que reía o lloraba, que quería y era querido, allí donde me peleaba pero donde me divertía. Hace tanto de eso que ni me acuerdo. Tengo ganas de llorar, de llorar hasta que me seque por dentro, hasta que mi corazón no aguante más las lágrimas y explote, hasta que mi sufrimiento vea su fin. Pero no puedo hacerlo, no puedo irme sin más, no me se rendir de esa manera. Tampoco me atrevo.

Esa casa, esa puerta, esas ventanas... Conozco cada astilla, cada recoveco. Yo mismo pinté las paredes en varias ocasiones, y cambié las cortinas, y arreglé el grifo de la cocina cuando se taponó y casi se inunda todo. He dormido en esa cama tantas noches, he vivido tantas tormentas asomado a la ventana, tantos días de Sol dejando pasar el aire dentro. Hace tanto, realmente, que ya ni me acuerdo.

Si sigo pensando en todo esto voy a reventar. Noto un leve mareo, pero no reparo demasiado en ello. Doy los pocos pasos que me separan de la puerta, y me detengo cuando la tengo al alcance. Me tiemblan las piernas, me sudan las manos, tengo cada pelo de mi cuerpo erizado en este instante. El reloj se para y ni siquiera se respirar.

Toco la puerta dos veces. Toc. Toc.

No sé que hago en este mismo instante, no sé si estoy aquí o me he ido ya. No soy dueño de mi ser, lo he perdido, se me ha escapado. Oigo un repicar en la puerta: la mirilla. Atisbo un mínimo rayo de luz hasta que su ojo impide que siga atravesando el agujerito.

Silencio absoluto.

Oigo un pequeño repicar de nuevo al otro lado de la puerta. Siento una presencia contra la puerta. Noto los pensamientos, los sentimientos que afloran. Quizá, lágrimas también.

Nada.

Recupero mi ser, aunque tan solo una pequeña parte, la justa para entender. Me doy la vuelta, me alejo. Me alejo para no volver nunca más. Me difumino en el horizonte.

Adiós.

7 comentarios:

  1. Ahora que esto ha terminado, me gustaría que los que hayáis seguido cada capítulo (si es q hay alguno... jejeje) le dierais un nombre

    "sin nombre" se lo di cuando escribí el 1º pq realmente no sabía como nombrarlo, y fue momentáneo, pero ya no pensé más en darle un nombre

    asiq eso, proponer y ya veremos como lo renombramos:)

    saludos gente!

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  2. me gusta esa especie de despedida silenciosa, cada uno a un lado de la puerta. Podria basarse en eso el titulo... bueno, si se me ocurre algo ya te cuento, por ahora nose...

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  3. Me ha agobiado sobremanera, y sabes que eso me gusta. Yo no lo he podido leer todo-mis excusas, señor- pero le pondría algo asi como "el mundo perdido de los eructos solares".
    Ya lo sé, debería haberme hecho publicista.

    Un abrazo

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  4. nunca se sabe si uno se aleja definitivamente de algo! lo mismo los pasos te llevan de vuelta!

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  5. Jo, dificil poner un nombre, la verdad q "sin nombre" es un poco como el colmo del personaje, es un sin nada, q lo pierde todo, separado un del mundo q lo rodea, la verdad es q "sin nombre" es como si ya no le kedase ni eso!
    Como ves no soy bueno dando títulos...pero llega a ser un hombre verdaderamente q ya ni el nombre dice nada de él!

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  6. Yo para eso tengo menos imaginación que un mosquito (sólo hay que ver los títulos de mis entradas).

    Aplaudo esta maravillosa historia. De verdad que sí.

    Espero que haya más, Isra, guapo.

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  7. Lo que más me gusta es sin duda ese final. Nada. Me voy. Adiós. Es justo lo que a más de uno nos gustaría hacer de vez en cuando.

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