Lejos:
imágenes invisibles,
sueños,
risas,
besos,
abrazos.
Cerca:
silencio.
El silencio dañino,
que me deja sordo,
que taladra
mi cabeza, hastiada
e indefensa;
podrida,
de la magnitud de los infiernos
que surco en la palidez
de la nada absoluta,
en la pureza
del indigno sentimiento
rechazado.
Una espada de Damocles ya caída,
sangre seca,
ropa sucia;
el óxido de su filo que corroe
el blanco de mis ojos,
se adueña de mi el hedor de un tiempo pasado,
muerto,
cabizbajo,
ese que estuvo tan cerca y ahora...
Ahora no está.
Tan cerca el silencio perverso,
tan lejos tú.
Odio sentirme lejos.
ResponderEliminarBesos de Mariposa.
QUÉ gran verdad....
ResponderEliminarCierto, hay silencios ensordecedores.
ResponderEliminarPara eso, el único remedio, poner música alegre que no hayas escuchado antes.
Un beso desde este lado del silencio
Siempre depende de la calidad del silencio, he oído hablar de silencios llenos de un todo. Incluso a ratos, me pareció escucharlo, pero como todo es transitorio y contradictorio, creo que es ese tipo de ruido mudo que desprende la felicidad.
ResponderEliminarA mi hay silencios que me gustan...
ResponderEliminarme gusta imaginarme respuestas inventadas que me gustaría oír de labios que quiero o que ya no están.
Sobretodo me gustan los silencios para romperlos inesperadamente.
Así a veces lo que es muy lejano no lo parece tanto :)
¡Un beso!
Este blog es extraordinario ;)
ResponderEliminarha veces eso incluso mejor para la salud , por mu odioso que pueda parecer , Pero llevas toda la razon
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