lunes, 12 de marzo de 2012

Gritos en silencio (VI)

A veces llegan momentos en los que la energía y la fuerza para tirar no dan para más y dices "pues a tomar por el culo", y así es, a tomar por el culo. Nunca piensas que pueda llegar un día en el que se te quiten las ganas -mentira, no se te quitan las ganas, es que no hay más fuerzas- de seguir luchando por lo que más has luchado nunca, de pelear por lo que te has dejado la piel, de buscar los recovecos que los cuerpos han buscado siempre que se han encontrado, cuando los poderes y los deberes se quedaban al otro lado de la puerta y sólo importaba el querer.


Al final debe ser verdad eso de que los laberintos son imposibles, de que realmente no tienen salida, de que no hay lugar para buscar luces cuando las cosas empiezan bajo tierra y no hay manera de llevarlas a superficie. Supongo que me daré cuenta que la vida a veces tienen caminos marcados, de obligado paso, y desvíos prohibidos, que puedes tomar pero que nadie puede ver que tomas. Pues vaya putada.


Y ahora que sólo me quedan fuerzas para escribir, grito; aúllo en el silencio de un teclado húmedo de lágrimas doloridas por el esfuerzo, desplomo mi impotencia en las teclas insomnes que ponen en pantalla palabras una detrás de otra, expongo mi mierda asomada al cristal roto de la ventana, ventilo mi cuarto abriendo de par en par la puerta de la que tú tenías llave, me rajo los ojos que sólo buscan pasado. 


Yo no quiero futuro, quiero presente. Y no tengo energías para buscarlo.

1 comentario:

  1. Que dramatico, espero y deseo que sólo sea eso, un texto.


    Un beso muy primaveral.

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