jueves, 5 de abril de 2012

Sintiendo sueños (II)

Llego a casa empapado por la lluvia primaveral que me inunda los ojos perdidos. Desnudo mi cuerpo y mi ser en un cuarto vacío, arrojo las ropas mojadas al baúl de la nada, me acurruco en una esquina en penumbra, escondiéndome de esta noche fría, húmeda y de una soledad que trasciende mis poros estallándome en los huesos, ya resquebrajados por tantas horas de espera. De espera a algo que ni sé, ni realmente espero. Joder.


¿Acaso sigues asomándote a mi ventana? A veces pienso que tienes la llave de esta puerta que un día echaste abajo con una dulce patada, y me dan ganas de marcharme de esta casa abarrotada de recuerdos, imágenes que aun dibujan tiempos en los que yo era yo y nada más. No ahora, que soy yo con trabas, con pasado, con el presente condicionado, con las uñas carcomidas por la avalancha de un futuro que no deseo.


Y sigo mascullando en esta esquina oscura, susurrando al viento que deje de soplarme en la cara.

1 comentario:

  1. No está mal que de vez en cuando te sople un poco de viento en el careto! :)

    Maloles.

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