martes, 26 de febrero de 2013

Encuentro


"En los años 70, Marina Abramovic mantuvo una intensa historia de amor con Ulay, y pasaron 5 años viviendo en una furgoneta realizando toda clase de performances. Siguieron creando a través de varias obras hasta que en 1988, luego de varios años de tensa relación, Abramović y Ulay decidieron hacer un viaje espiritual: el que daría fin a su relación. Ambos caminarían por la Gran Muralla China, comenzando cada uno por los extremos opuestos y encontrándose en el centro. Abramović concibió esta caminata en un sueño, y le proporcionó lo que para ella era un fin apropiado y romántico a una relación llena de misticismo, energía y atracción. 23 años después, en 2010, cuando Marina ya era una artista consagrada, el MoMa de Nueva York dedicó una retrospectiva a su obra. Dentro de la misma, Marina compartía un minuto en silencio con cada extraño que se sentaba frente a ella. Ulay llegó sin que ella lo supiera, y esto fue lo que pasó..."


4 comentarios:

  1. Precioso. Algo me dice que después de cada parpadeo de ella en los segundos posteriores a que él se levantara esperaba abrir los ojos y que siguiera sentado enfrente. Por su cabeza pasarían más de 20 años en 60 segundos.

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    1. Es realmente hermoso, y sobre todo eso que comentas. Parece querer en cada parpadeo abrir los ojos y estar en otro lugar con Ulay. Es estremecedor.

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