miércoles, 12 de noviembre de 2008

Odio (II)

Con los ojos absortos en la pantalla del ordenador -tenía que entregar el informe a primera hora de la mañana- no me percaté que García había sido llamado al despacho del jefe. No tendría porqué tener mayor importancia, sino fuera porque cuando esto sucede algo grave ha ocurrido. Además, las cortinas del despacho del jefe estaban corridas, lo cual daba un aviso de que lo que se cocía era peor de lo que pudiéramos imaginar. Algunos compañeros miraban la puerta del despacho, queriendo ver a través de ella y poder enterarse de qué estaba pasando. La espera fue larga y tensa.

García salió al rato impasible, ni con buena ni con mala cara. Nos devolvió la mirada y sin hacer ni un gesto se encerró en su despacho. Cerró la puerta y corrió las cortinas, lo que desató los murmullos en la oficina. Nadie sabia nada, pero todos hablaban. Yo seguí con mi informe, sin preocuparme demasiado de nada más, por muy grave que fuera el asunto, la alta jerarquía de la empresa me daba exactamente igual.

Al poco, García abrió la puerta de su despacho. Todo el mundo calló y le miró.

-Hernández, pase a mi despacho, por favor. - dijo con una seriedad abrumadora.

Pasaron unos pocos minutos y García, de nuevo, salió.

-Fernández, adelante, por favor.

Al cabo de unos instantes, se repitió la escena.

-Ramírez, si es tan amable de pasar.

Pérez y González fueron los siguientes, y el último al que mandó pasar, fui yo: Rodríguez.

Entré titubeante en el despacho de García, y no vi a mis compañeros. Mi cara era un poema y los nervios me comían por momentos. No entendía nada. García rompió el hielo.

-Bien Rodríguez, tengo lo que sé, será una muy buena noticia para usted. -me miró con una sonrisa que me aterró- Me han despedido. No me mire así, Rodríguez. Se que usted lo deseaba desde hacía mucho tiempo, al igual que sus compañeros. Siempre han boicoteado mi trabajo, siempre se han aprovechado de cualquier error mío para minar la confianza del jefe en mi, no han perdido la oportunidad de levantar falsos rumores sobre mi persona y mis hábitos fuera de la empresa. No soy gilipollas, Rodríguez.

-Yo... no... no he hecho nada.

Cállese! No soy policía, no pretendo hacerle confesar, ni pretendo declararle culpable en un tribunal. Sólo pretendo que conozcan quien soy yo.

-Pero...

-Abra ese armario, Rodríguez.

La seguridad con la que hablaba era aplastante, y ni pensé. Me dirigí al armario y coloqué mi mano en el tirador. Dudé.

-Ábralo, Rodríguez.

Ahogué un grito poco antes de que García me agarrara del cuello y tirara de mi hacia atrás. Me amordazó entero al igual que a Hernández, Fernández, Ramírez, Pérez y González, y me lanzó al suelo.

-Bien, no sé quien ha hecho más labor para que me hayan despedido, pero me da igual. Sois seis hijos de puta, y os mataré a los seis. Y para que esto sea muy divertido para todos, he inventado un juego. Este.

García mostró un folio en el que había dibujado una especie de tablero con seis casillas.

-Por si no lo veis muy bien, os lo explicaré. La casilla primera, significa que uno recibirá dos cuchilladas en cada uno de sus ojos. La segunda, que a otro le cortaré cada uno de sus dedos de los pies y manos. La tercera, que el siguiente verá cortadas su lengua y sus orejas. La cuarta casilla corresponde a cuatro puñaladas en el estómago. La quinta, servirá para que a otro le rajé las piernas de arriba a abajo. Y la sexta, y no por ser poco original, significa que le cortaré las pelotas.

Todos temblábamos de terror y mirábamos atónitos y llorosos a García, que estaba fuera de sí.

-Os habéis dado cuenta que os odio, a los seis. Pero bueno, no quiere elegir ni ser cruel, así que la suerte decidirá. Tengo un dado por aquí. -buscó en un cajón- ¡Aquí!

Nos miró de manera macabra, levantando una ceja.

-¿Quién es el primero en probar suerte?

12 comentarios:

  1. muy currado, una historia muy bien lograda.
    los nombres no tanto, pero igual es adrede
    xD

    saludosss

    ResponderEliminar
  2. Me enganchó la historia, jolin, por momentos me imaginaba siendo Ramirez...un relato propio para "historias para no dormir". Gracias!

    ResponderEliminar
  3. Por cierto, gracias por los comentarios!! y ya te fiché ;P

    ResponderEliminar
  4. Jajaj un dia hago yo esto en mi oficina!!!!

    Joder que bueno, siento no poder escribir más a menudo, pero leer si que leo desde la ofi, además mi compañera tambien le mola lo que escribes!!!

    Saludos Genioo!

    ResponderEliminar
  5. Llego aquí por recomendación de Yerai, no me he he arrepentido, sigue en ello..

    ResponderEliminar
  6. Uyyyy, otro con el odio....os va a dar algo, ajjajaj.

    ResponderEliminar
  7. bueno, que siga, que en lo que voy a ver SAW esto es lo más parecido! jejeje

    ResponderEliminar
  8. Bueno bueno, tu también le estás dando a la semana del odio...me ha recordado a "el método Gronholm versión Gore" y algo de "the game versión terror".

    SAlduos y gracias por el comentario!

    ResponderEliminar
  9. Wooooooooooooo!
    Es como Saw, en versión española (por los apedllid - ez)

    Muas!

    ResponderEliminar
  10. Muy bien planteado, y además atrapas, muy bien!

    besos

    ResponderEliminar
  11. mmmmmmmmmm... por Dios!!! Garcìa, que personaje agradable... me temo que a partir de hoy he decidido callar acerca de mis compañeros de trabajo... decir que Hernàndez era el jefe mayor no??? que bueno, porque justamente ese es mi apellido, jajaja... Isra, te quedò espectacular y me lo creì real al principio... luego y por suerte para todos caì en que era ficciòn.. de todas formas en este mundo hay lugar para todo/s.. un beso!!! Vero.

    ResponderEliminar

Opina, critica, aporta.