viernes, 3 de septiembre de 2010

Macropoema del deseo que me consume (I)

Destellos de placer me atraviesan,
cruje mi espalda
sintiendo tus gemidos,
en mi oído
un susurro,
un flash que me enfila
al abismo
de las caricias infinitas,
de las lenguas enganchadas,
al amanecer,
que no llegue el día,
que no se vaya la noche.
Espasmos incontrolados,
al ritmo
de gritos lanzados por garganas ajadas,
cuerpos derretidos
al son de tus piernas,
de tus ojos,
arriba y abajo,
suave ahora
fuerte después.
Tu sangre bombea pasión,
tensión contenida
en las venas de la locura
más pura,
inherente a tu ser,
borracho de ese río rojo
aprendido de memoria
bajo la oscuridad de nuestros párpados,
cerrados,
prendidos con el fuego
de las llamas celestiales
que me rompen en mil pedazos,
sin dolor.

2 comentarios:

  1. cuantos sentimientos juntos mezclados...wow.

    ResponderEliminar
  2. Un buen polvo poético, si señor, y con carga sentimental latente. Entonces, ¿Qué tal se coge en BsAs? Tengo buenas referencias...

    Abrazo,

    VD

    ResponderEliminar

Opina, critica, aporta.