martes, 31 de agosto de 2010

Diálogo raro

- Ché, es curioso.
- Y si...
- Pero... Raro, ¿no?
- Bueno, para mi raro no es.
- Llámalo como quieras.
- ...
- Raro.
- ¿Si?
- Si.
- ¿Raro?
- Raro.
- Puede...
- Hazme caso, muy raro.
- Pero sólo es una imaginación... Tampoco es...
- Si no digo que no, pero...
- Que si, que si ya te oí, raro.
- Pues eso.
- Pero es que tengo esa imagen en la mente grabada, y la imagino, tampoco es tan extraño.
- Pero si me dijeras desnuda, o haciendo otras cosas... Qué se yo, pero dormida...
- Y si, dormida, dormida, ¿qué quieres? La imaginación es libre, vuela...
- Si, si, libre, lo que tú quieras. Pero me sigue pareciendo...
- ¡Vale! Ya te escuché, que me lo digas más veces no va a cambiar lo que pienso. La imagino así, dormida, es una imagen suave, dulce, no sé, me dan ganas de abrazarla y...
- Y...
- Y... Bueno, es un sentimiento raro porque es como si ese abrazo que sólo es en mi mente fuera real y yo sintiera que lo es, que la abrazo dormida, que duermo con ella, que al despertar no está pero siento que he dormido con ella, que su aroma está conmigo.
- Ves como es raro, tú mismo lo has dicho.
- Y si, quizá. Pero me gusta. Me encanta.

3 comentarios:

  1. Me pusiste los pelos de punta...
    Lo raro e incomprensible resulta tantas veces tan bello... tan... único.

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  2. ... por algun lugar escuche, que las hembras canjeabamos sexo por mimo y ternura... Y quizas tras el sexo, y dormidas inspiremos esa sensacion en el contrario... Como las de mi genero dire, bonito... Y nada raro.

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