olerte,
aspirarte,
ni abrazarte.
Te invento porque no puedo sentirte,
mirarte,
acariciarte,
lamerte,
desnudarte,
ni puedo disfrutarte.
Te invento para difuminar un segundo mi impotencia ante no poder respirarte,
acostarte,
tocarte,
morderte,
sonreírte,
jugarte,
follarte.
Te invento para paliar mi insomnio y poder soñarte,
imaginarte,
pensarte,
recrearte,
recordarte.
Ya ves,
sigo con el vicio de extrañarte.
El ciclo
ResponderEliminarLa vida
Pues que perdida de tiempo.
ResponderEliminarSeñales de humo.
Señales de nada.
Uy este lo copio para regalarlo en la próxima Biblio que curre, con tu firma, of course!!
ResponderEliminarMe encantó Isra!!