sábado, 26 de diciembre de 2009

Diálogos de cine (III) El Secreto de tus Ojos. Pasión.

El tipo pudo hacer cualquier cosa para ser distinto. Pero hay una cosa que no puede cambiar, ni el ni vos ni yo, ¡nadie!

Mirame a mi, soy un tipo joven, tengo un buen laburo, una mina que me quiere. Y como decís vos, me sigo cagando la vida viniendo a tugurios como este. Más de una vez me dijiste, ¿por qué estás ahí Pablo? ¿Qué haces ahí? Y ¿sabes porque estoy Benjamín? Porque me apasiona, me gusta venir acá. Ponerme en pedo, cagarme a trompadas si alguien me hincha las pelotas, me gusta.

Y vos lo mismo Benjamín, vos no podés… no hay manera de que te puedas sacar de la cabeza a Irene. Y la mina tiene más ganas de casarse que Susanita. Debe tener más de 37, revista de trajes de novia arriba del escritorio, se comprometió con fiesta y todo… Pero vos, seguis esperando el milagro Benjamín, ¿por qué?

(...)

¿Te das cuenta Benjamín? El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar Benjamín. No puede cambiar de pasión.

El secreto de tus ojos, de Juan José Campanella.

5 comentarios:

  1. ohhhhh me encantó el final.


    Un Besito Lindo!!

    que tal la Navidad?
    yo con resaka a todas horas...xD

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  2. por cierto te agregué al msn pero veo que no te sueles conectar y solo lo tienes para recibir emails amenazantes :p

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  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  4. La pasión por La Academia...

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