Huimos, nos fugamos a ninguna parte. Nos alejamos de no sabemos quién, que nos persigue y nos roba la tranquilidad, nos hace desconfiar, y nos alienta a correr juntos, más aun. Me agarro al asiento, noto la velocidad en mis venas, en mi pecho; percibo la adrenalina a chorro sobre mi, sobre ella. Padezco por no poder agarrarla en este mismo instante, y besarla mientras avanzamos hasta el final de esta carretera perdida, infinita, un bucle absurdo y agobiante que me instala en la mayor de las desazones, hasta que vuelve a mirarme de reojo, y vuelve a morderse el labio, y vuelvo a soñar.
Kilómetros por delante y por detrás. Vemos el horizonte y el Sol caer, la Luna está en nuestro retrovisor y nos observa pausada, masticando su victoria, sabiendo que iluminará una noche ardiente, que pondrá la luz a unos corazones huecos sedientos de piel, y que laten al son de sus carencias, buscando recompensas abstractas e inmateriales, con las que regar de nuevo su ritmo vital.
No aparto mis ojos de su rostro, lo va a hacer, cuento hasta diez, esperando. Sabe que la aguardo y su boca ahora es una mueca de satisfacción. Un frenazo brusco me expulsa de mis ensoñaciones y pierdo mi mirada en la carretera que se me hace borrosa. Al segundo vuelvo mi cara hacia ella, que se muerde el labio, traviesa, y yo la tapo los ojos con mi mano, y me acerco a la perdición de su abismo...
Wow! Evocador tio. Es como meterse en un sueño ajeno.
ResponderEliminarjejeje yo pasional... pero y tú?
ResponderEliminarBesos de Mariposa!
We're sewn together
ResponderEliminarShe's born to mesmer
Beside astride her
I die inside of her
N.I