martes, 17 de mayo de 2011

Soledad sin recuerdos

Siento envidia de mis propios recuerdos, 
miro con resentimiento a mi interior,
a la subconsciencia más profunda de mi ser
que mantiene frescas las imágenes que mis ojos empiezan a olvidar.
El efecto de difuminado,
dañino,
corrosivo con un corazón que vomita su verdad
en las largas noches de un verano frustrado,
inquieto 
y padeciendo la terrible realidad del paso del tiempo,
la degradación de la viva imagen de la propia historia,
esa que no se escribe en libros,
sólo en arrítmicos y enfermos versos
para nadie más que la soledad.
Desgastada mente que empuja hacia abajo las sonrisas,
yacen bajo las vísceras quemadas del subconsciente impenetrable,
se esconde lo que me quedaba,
intangible, si,
pero lo que me quedaba.
La soledad no es soledad mientras no se escondan de uno hasta los recuerdos,
y desespera.
En las noches, esa soledad, 
desespera.

1 comentario:

  1. maldita la hora en la que leo este post tio.....creo que es la noche en la que más solo me he sentido en toda mi vida....quizá por eso también haya vuelto a escribir. Un saludo

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