jueves, 16 de octubre de 2008

Señal de victoria

Todo estaba del revés. Vueltas y más vueltas me daba el estómago, parecía una maldita lavadora centrifugando. No era capaz de pensar nada coherente y cualquier pequeño movimiento me provocaba un intenso dolor de cabeza. Había un olor raro, no sabría explicar a qué exactamente, pero olía raro, mal.

No tenía ni idea de donde estaba, y caí en que ni siquiera había abierto los ojos. Tenía pocas fuerzas y sentía la desagradable sensación de tener las pestañas pegadas. Un mundo me costó separarlas, y ciertamente, hubiera preferido no abrir los ojos y seguir en ese estado catatónico donde la oscuridad era lo más parecido a la tranquilidad que podía asumir mi cuerpo en ese momento.

Estaba en un coche que no era el mío, vestía menos ropa de la que yo recordaba tener en mi último recuerdo, y a mi lado roncaba una señora, o señorita, o desagradable ser que nosé como narices había llegado hasta allí. ¡Joder! No era mi coche, con lo cual, el que no sabía como cojones había llegado soy yo. Dios, no recordaba nada, pero casi lo prefería; recogí lo que encontré al alcance y que creía mío y lentamente abrí la puerta del coche. No hice el menor ruido para no despertar a esa mujer al lado de la que me había despertado, y tampoco lo hice demasiado deprisa, miedoso de no alterar mi sistema digestivo, que presentía que se encontraba a punto de entrar en erupción de fluidos.

A trompicones, me acerqué a un árbol cercano, apoyé mi brazo en él y resoplé. Un par de arcadas hicieron que me inclinara y escupiera algo de bilis, ¡qué jodido me sentía! No comeré sólido en una semana, y el malestar me durará dos días. Me entraron ganas de mear de repente con una fuerza brutal, y rápidamente me desabroché el único botón que realmente se mantenía cerrado del pantalón, y eché la meada más sincera y más placentera en mucho tiempo.

Entonces, sonreí. Abroché mi pantalón, y me alejé, despacio y mareado, pero feliz. Esa era la meada de la victoria.

3 comentarios:

  1. Pero que has estao haciendo este finde isra?
    Si es que no se te puede dejar solo eh?

    ResponderEliminar
  2. y yo que llevo sin beber... un mes?
    Me parece una eternidad!

    MUa*

    ResponderEliminar

Opina, critica, aporta.