La madre de espaldas a la hija, haciendo la comida. La hija, de espaldas a la madre mirando la televisión.
- Hija, tráeme el inalámbrico por favor.- Espera, que voy a llamar a Marta un segundo.
- Y yo a tu padre, no tardo nada.
...
- Cariño...
- ¡Marta! ¿Qué tal guapa? Esta noche, ¿qué? Vamos a... ya sabes, ¿no? He hablado con Fran y ellos también quieren, así que... si, bueno, es que está mi madre aquí, ya sabes.
La madre se ha girado mientras la niña hablaba y ésta se gira cuando termina la frase, de un respingo.
- Bueno, oye espera un momento Marta. (a su madre, en voz baja) No tardo.
- Date prisa hija, que me tiene que traer perejil para la comida, si es que no iba a tardar nada...
- Lo que te decía Marta, que están los dos como locos por ir, así que nos ponemos guapas y ¡ay ay ay! Que ganas que tengo... (la voz se va acallando según se aleja de la cocina, dejando a su madre plantada en el centro)
10 minutos después.
La madre entra en el dormitorio de su hija, y ve que sigue al teléfono mientras revuelve el armario.
- Pero...
- Marta, creo que he encontrado lo mejor de mi armario, el vestido negro palabra de honor, cómo triunfamos esa nochevieja, ¿eh? Edu me acuerdo que se volvía loco con...
- ¡Carla!
Carla pega un brinco asustada y se le cae el teléfono al suelo.
- ¡Te he dicho que tenía que llamar a tu padre!
- ¿Eres tonta o qué? Ya iba a terminar de hablar con Marta.
Intenta recuperar el teléfono.
- ¿Hola? ¿Marta? ¡Joder!
- ¡Trae!
La madre le arranca el inalámbrico de la mano con un brusco gesto, volviéndose a caer y, esta vez, rompiéndose. Las dos miran el teléfono escacharrado.