Hay mejillas que cautivan,
que susurran mis deseos al oído
sin voz,
algo etéreo
irreal
desconocido mensaje embotellado,
fluida conversación en el silencio de mis manos endulzadas por tus labios.
Mudo soy en mi delirio
mudo estoy en mi lamento
mudo pienso en lo tibio de esas mejillas susurrantes,
efímeras.
Doy un trago al vaso para no escupir la rabia,
rompo la botella y no hay papel
no hay nada,
no pistas no mensaje.
Transpiro derrota,
me como las piedras mientras me abruman los susurros.
Sí, supongo que huir no sirve para nada de nada si el bicho está dentro. Siento tardar una eternidad en contestar y esas cosas. Mi vaguería y mis obligaciones, a partes iguales, me lo impiden.
ResponderEliminarBueno, sigo al tema (estoy dispersa): Huir no sirve, vale, ¿pero de vez en cuando no te parece divertido? Divertido, o necesario... o no sé.
Por cierto, especialmente me ha gustado "doy un trago al vaso para no escupir la rabia". No digo más, porque me pondría a decir un montón de estupideces, y es tarde, y yo debería estar estudiando! jajaja
Un beso!