viernes, 13 de noviembre de 2009

Un poco de Fantasía

Pues eso, que nunca viene mal fantasear un poco, y yo escuchando a esta chica (se que soy pesado con ella...) no paro de sentirme en un mundo de Fantasía...

¡Que falta hace siempre!


Buen finde para todos.


PDT: Este vídeo es mío, se ve pequeño y malamente, pero bueno la camarita que llevé era doméstica. Es del concierto que dio hace un par de semanas en un Auditorio en Leganés. Otra gran experiencia con ella.

martes, 10 de noviembre de 2009

jueves, 5 de noviembre de 2009

Cabaret, de Bob Fosse

Nunca un musical había llegado tan lejos, ni nunca ha existido otro que se le acerque.

Cabaret marcó una época (tiene 37 años) y aun hoy su mensaje perdura.

Es, sin duda, el mejor musical de la historia del cine, con la prodigiosa actuación de la bellísima y desaprovechada
después Liza Minelli, que en esta película conquista la pantalla como pocas mujeres lo han conseguido, y un
"nohaypalabraparadefinirlo" Joel Grey, que con su surrealista participación logró realizar una de las actuaciones más
logradas de siempre.

Que pocas veces una puesta en escena fue tan magistral, y consiguió además (mucho más importante) que los números
musicales no fueran trabas al argumento, sino una pieza de las claves en el propio desarrollo del filme. Escenas que
forman parte ya de la memoria cinematográfica, con una chispa que abrasa, con una dirección firme y casi perfecta de Bob
Fosse, con un espectacular montaje y una fotografía maravillosa como poquitas veces se ha logrado en musicales.

Película que bien vale los 8 Oscars que recibió, en un año en el que compitió con El Padrino. Director, actriz principal,
secundario, sonido, montaje, dirección artística, fotografía y banda sonora, además del BAFTA y Globo de Oro a mejor
película.


Inicio espectacular, ¿quién podrá olvidar el "Willkommen, Bienvenue, Welcome..."?

Liza Minelli en pleno apogeo, genial.

Magistral escena que pone los pelos de punta, poco que añadir...

Historia, Minelli y Grey haciendo historia para el cine.

Y por si faltaba algo para redondear la película, toma.


Grande.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Donosti (III) Peinando el viento


Peinando el viento, manejándolo o al menos eso intento. Persiguiendo apaciguar la tempestad que me acosa y me derriba. Solo, descorazonadamente solo, en este vendaval que todo arrastra con él.

miércoles, 28 de octubre de 2009

La sonrisa de Dasha (IV)


Las sirenas atronaron en la noche.

Al poco, los temidos bombarderos alemanes estaban rugiendo encima de la ciudad y descargando todo su arsenal de bombas sobre la población. Polvo, humo, fuego, muerte, destrucción, caos.

"¡¡Dasha!! ¡¡Lyuda!!" No sé donde piso, todo son escombros, cascotes. No veo nada, sólo el fulgor de las explosiones permite ver algo de vez en cuando, la luna está escondida tras los centenares de aviones nazis que surcan violentamente el cielo. "¿¿Dónde estáis??" No siento temor por mi vida, porque esto no puede representar la vida, no, no puede ocurrir esto en lo que llamamos realidad, no puede existir lo que está ocurriendo esta noche, y no imagino que pueda ser cierto lo que bajo la luz del día de mañana -si es que vuelve a salir el Sol- se pueda ver.

El ruido de los motores y las bombas es ensordecedor, me mantengo a duras penas en pie"¡¡hija!! no tengas miedo, ya se van los aviones, ¿dónde estás?", percibo entre las tinieblas reinantes que mi casa está destruida, tropiezo continuamente con todo lo que antes formaba un hogar. Más bombas, más... "¡¡Lyuda!! Por favor, ¡responde! ¡¡Lyuda, Dasha!!" Todo tiembla, esto debe ser lo más parecido al fin del mundo. Me acurruco como puedo, y de repente la veo. "No, no no no ¡no no no! Querida, ¡¡¡no!!! Lyuda... ¿Por qué?" El llanto me ahoga.

Dejo de oír las bombas aunque siguen cayendo, dejo de ver fuego aunque hay por todos lados, dejo de pensar en todo para ver únicamente en mi mente la sonrisa de Dasha. "Tengo que encontrarla, es lo único que me queda en la vida".

lunes, 26 de octubre de 2009

Insomnio (II)

Duermo.

Y observo sus párpados cerrados, y acaricio con mi mirada sus facciones, cada poro de su piel es una aventura, un deseo, un placer. Ardo, su boca, abierta una rendija, expulsa un aire cálido, tibio, respiro su ser. Sus manos, sobre las sábanas revueltas, cansadas. Mi recorrido es ilimitado, va y viene, da mil giros y hace piruetas, así es, no puedo parar, suspiro por no actuar. Me trago el deseo, intento frenar mi corazón, latiendo a la velocidad de la luz, esa que entra por la ventana e ilumina tu cuerpo dorado y lo hace resplandecer, o quizá sea al revés.

No duermo.

Y sus ojos atraviesan la ventana, y se posan allá, en la infinita lejanía de la nada. Su palidez se intensifica con la tenue luz de la luna que llega hasta su cama, una luz blanquecina, triste, apenas un mal reflejo del pasado. Su cuerpo, desnudo y solitario, espera y espera, quien lo valore, lo sepa cuidar y lo ahogue en una noche de desmedida pasión y lujuria, y sabe quién es, y dónde está, y las lágrimas brotan, una vez más.


Y me muevo en mi cama, una y otra vez, una y otra vez... Intento dormir, quiero dormir, volver a ver sus párpados cerrados...

sábado, 24 de octubre de 2009

Anochecer


¿Será perpetua esta sensación continua de anochecer?

Como apartar de mi,
este sino,
que me indica
a la vez
que me estruja el pensamiento,
un camino
borroso,
al que miro
confuso
y miedoso.

Anochecer, aléjate
deja paso a la luz,
lo suplico,
caen tus sombras
como dagas
se hunden
en la carne blanda
de mis entrañas.

domingo, 18 de octubre de 2009

Ratatatatatata

Desde mi escondite en Bélgica, sólo quiero añadir un poco emocionado

¡PORQUE LA VIDA PUEDE SER MARAVILLOSA!



Hasta siempre, ¡jugón!

miércoles, 14 de octubre de 2009

Destino: escapar

A las 7:50 sale un avión...

Charleroi
Bruselas
Lieja
Amberes
Lovaina
Malinas
Luxemburgo
Amsterdam
Utrecht
Maastricht
Delft
Haarlem

Mucho a elegir.


¡Hasta pronto!

viernes, 9 de octubre de 2009

Insomnio (I)

5:00 am.

Tumbado en mi cama, con los ojos en el techo, comiéndomelo. Y no, no he tomado cocaína, al menos hoy no. Me siento hipersensible esta noche, todo lo percibo y todo me alcanza, no me deja dormir. A mi alrededor hay oscuridad y silencio, pero cada objeto desprende una luz que sólo yo veo y unos gritos que sólo yo oigo, me atacan la corteza de mi cerebro, punzándola, manteniéndome en un vilo irritante, insoportable. Siento ganas de morder, de golpear, de encauzar mi ira hacia lo que me pueda permitir caer inconsciente unas horas. Morfeo no me acoge y ni siquiera me deja quedarme en las puertas de su reino, bajo su influencia, no; me arroja a patadas, lejos, fuera.


5:15 am.

La calle está desierta, ni siquiera hay gente todavía que vaya hacia su trabajo. Las farolas iluminan con ese amarillo tibio que ni es luz ni hostias, y yo aprovecho la soledad para mear entre dos coches. Los semáforos pasan de rojo a verde, y de éste a ámbar para volver a rojo sin que nadie se guíe por sus indicaciones, por lo que me siento tan libre que camino por el medio de la calzada, arrastrando los pies uno tras otro, sin rumbo. Sin mirar a más de 3 metros por delante.


5:25 am.

Cruzo un puente saliendo de mi barrio, y veo el primer tren de cercanías detenerse en la Estación Central, recogiendo a una docena de don nadies que debieron esquivar mi camino, porque no les había visto. El convoy siguió su camino rompiendo el silencio de la noche bajo mis pasos. Malditos, se creerán desafortunados por despertarse tan temprano...

Ya quisiera yo despertarme.

martes, 6 de octubre de 2009

Piedras

Partido en dos,
desahuciado,
intento recomponerme
pero no encuentro
mis pedazos
por el suelo.

Lamentable estado de nervios,
desquiciado,
intento recuperarme
pero no consigo
una cama
donde tenderme.

Penosas agujetas del corazón,
desangrado,
no intento nada,
no sé hacer nada,
quiero amarte y besarte,
quiero y quiero
pero no puedo,
no llego,
un océano me lo impide,
no de agua salada,
sino de piedras amargas,
ya no estás tú,
ya no te veo
no te siento.

¿Dónde estás?
Quiero saber,
la necesidad aprieta,
mi pecho es estrecho
y no me llega
no puedo respirar,
me asfixio, me ahogo,
arranco las piedras
pero son infinitas,
no hay lugar
que me calme.

Desahuciado, desquiciado y desangrado.
Aquí sigo,
entre piedras.

sábado, 3 de octubre de 2009

Quizá será mejor marcharse...


Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez quizá será mejor marcharse.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Tiembla...



Esto ve mi corazón, por todos lados y en todos sitios.

Lugares a donde está vetado el paso, con formas retorcidas, y que le recuerdan sus mejores momentos, cuando otro corazón palpitaba cerca suyo, tan mezclados entre si como 2 alambres. Pero ya no, ahora están oxidados, cayéndose a pedazos por el precipicio del alma, al pozo negro sin fin y sin retorno que es y al que tanto teme.

Tiembla, sigue temblando.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Vértigo

Una vida vacía, así es. Completamente repleta de nada. Hueca. Insípida.

Dejar un abrazo atrás...
Perderlo,
para siempre.
Lágrimas.

Sentimiento doloroso, insufriblemente punzante, casi asesino.

Echo de menos tantas cosas...

¿Quién me las va a devolver?
Nadie sabe hacerlo en este mundo,
no ha nacido aun igual, que frustración...

Doliente transeúnte de cabeza gacha, y orejas mudas.
Cierra los ojos,
no abras la boca,
camina,
no lo olvides nunca,
siempre adelante, con esperanza
aunque no exista.

Fiable el momento,
ninguno lo es,
¿cómo cruzar ese puente? Tengo vértigo,
y se tambalea,
de un lado a otro, de un lado a otro.
Acecha salvaje el peligro, sin cuerda
ni arnés.
Dale, dale
inténtalo una vez.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

No stop

Sentado en un andén,
-cualquiera-
bajo un frío Sol de verano,
no aguanto la luz,
daña mis ojos cerrados.
Despojado de ánimo
escaso de voluntad,
aquí,
espero un tren sin paradas
que debe llegar,
puntual,
y con las ventanas tapiadas.
No tendrá puerta,
más que de entrada,
y en mi bolsillo están,
todos los billetes;
nadie más me acompañará
en este viaje,
sin principio
parto
y sin final
presiento.

Ardo por irme lejos,
más allá de la distancia
que alcanza mi -sin-razón,
que busca y no encuentra,
ni por aquí ni por allá,
el vivir,
de forma acorde y concorde
a mi pálpito interior.
No es latir lo de mi corazón,
es que tiembla,
por marchar.
Pondré kilómetros de escudo,
dejaré todo detrás,
en este lugar caliente,
que deja frío mi interior,
frío que hiela,
que abrasa
dejándome vacío,
sólo esqueleto, armazón.

Eso acarreo en mi viaje,
en este tren,
que dicen no para,
que espero no pare,
que pita y se acerca,
que llega
que llega
que llega
...

lunes, 21 de septiembre de 2009

Donosti (II) Abrazo al mar


Me gustaría tanto volverte a ver...


jueves, 17 de septiembre de 2009

Frío

Al norte y al sur,
mil pasos.
Al este o al oeste,
mil pasos.
Llámalo huir,
o de necesidad morir
sino lo hago.
Ahogado:
¿dónde hay O2?
Lo busco,
y no está,
no aparece
ni Google sabe,
así que yo...
Soy una foto antigua
en un arcón,
amarillenta
y raída,
ansiando salir,
ver la luz del Sol,
entre las nubes
pasar
y alcanzar
donde posar los pies
en este frío criminal
que me asesina
cada día.
Barrotes de hielo
alrededor,
apenas a 2 pasos
me cierran,
y quería mil...
Jodido.
No llego a tocarlos,
queman,
no puedo pensar en romperlos,
ni siquiera mirarlos puedo,
me asustan.
Engordan a cada segundo,
cierran sobre mi
sus paredes blancas,
húmedas
y amargas;
me agarrotan
de pies a cabeza.
¡Quiero escapar!
Dentro de mi,
el grito,
pero fuera:
terror.
Vencer al frío,
a la oscuridad;
desterrarlos de aquí,
o desterrarme yo,
no sé qué será mejor.

martes, 8 de septiembre de 2009

¿Quién da más?

No somos nadie.

Almas nebulosas, grises, con la mirada perdida en un horizonte inexistente, que vagamos meditabundas a toda velocidad por aceras corrompidas de pasos -y palos- de ciego, sin objetivos, sin sueños ni deseos propios.

Todo prestado, todo copiado y aprendido, necesitados de hábitos mal educados, fabricados en lujosos despachos, a la sombra de grandes persianas que tapan grandes ventanales, en grandes edificios que dan a grandes avenidas, donde potentes coches con lunas tintadas rugen sobre el asfalto corrupto de una ciudad mermada, obsoleta e ignorante.

Estamos perdidos, manejados, salen hilos de nuestras muñecas y tobillos, y una soga de nuestro cuello, pero no importa, seguimos dando pasos, creando círculos cerrados de donde no salimos, un dos tres un dos tres, ¿qué más da? Dan Gran Hermano, todos al sofá, que felicidad.

Nada cambia, ni lo hará. Un status quo se apodera de todo y de todos, la revolución es una quimera, pensar en ser diferente no tiene sentido para nadie, esto es un cajón cerrado, y la llave nadie sabe donde está.

Un dos tres un dos tres...


viernes, 4 de septiembre de 2009

Inoperancia

No voy a negarlo, ¿para qué?

Intuía que lo haría, intuía que iba a hacerlo. Tarde o temprano, pero lo sabía. ¿Qué iba a hacer yo? Nada. ¿Qué podía hacer? Nada, no podía hacer nada. Y no me siento culpable, de ninguna manera, ni ahora ni antes. En la vida las cosas no siempre vienen como las queremos, a veces vienen mal dadas y uno no puedo lamentarse continuamente por ello, es lo que hay, y es para todos. Ese era parte de su gran problema, no sabía aceptar la vida, no sabía que no siempre se ganaba.

Además, su habilidad enfermiza para fabricar dentro de su mente películas en la que todo el que le rodeaba salía más que mal parado, era terrible. Era muy difícil estar a su lado, aguantar, todo lo que imaginaba en su cabeza le hacía más y más daño, mucho más que la verdadera realidad. Eso provocó todo. Acabó con él. No lo podía soportar, no podía...

martes, 1 de septiembre de 2009

Recuerda el mar

Tantas capas
en tu piel.
No llores,
se alejó
la cebolla,
huyó tan lejos...
No pienses dónde,
no lo nombres,
ni en francés
ni parecido.

Piensa
-mejor-
en cuando lograste
que el mar,
en supuesta calma,
agitase tu pelo,
revoltoso,
cálido,
creando remolinos de la nada
para ti,
y por ti.

De eso eres capaz,
y más,
no hace falta
pensar,
a veces
con poco basta,
sólo mostrar
tus capas,
infinitas
en la búsqueda de sueños,
en la ambición de alegría.

No hace falta gritar
para ver;
hablando suave,
bajito
y sin molestar,
se entiende todo.

En tu corazón:
llagas.
Pido perdón.
El rumor de las olas
me nubló
y me deslumbró,
si,
tanto (ni yo se)
que no acerté a seguir
el camino
que habías abierto,
hablando bajito,
hasta tu interior.